Flujo digital en Odontología

Evaluando la rentabilidad del flujo digital en Odontología

La transformación digital ha dejado de ser una quimera para convertirse en una realidad. Debemos entender que este proceso pese a nuestras reticencias personales ya está instaurado en la sociedad debido al cambio cultural que se ha producido en nuestras vidas. Para que nos podamos hacer una idea  ya son 29 millones los españoles que utilizamos diariamente las redes sociales y pasamos casi una media de seis horas diarias conectados a internet.  En consecuencia el impacto en el mundo de la odontología es real.

Cuando hablamos de digitalización en odontología me gusta definir dos campos que aunque ampliamente vinculados entre ellos podemos analizar por separado, básicamente por un principio de familiaridad, y ahora me comprenderéis.  Por un lado tenemos lo que yo suelo denominar el flujo terapéutico digital que buscan la aplicación de la digitalización en los tratamientos diarios que llevamos a cabo en la clínica. Llevamos algunos años de experiencia en este campo pero en la actualidad está más en boca de todos, seguramente por la situación coyuntural en la que nos encontramos inmersos. Por otro lado, tenemos el flujo digital de gestión que hace referencia a todas aquellas herramientas que nos permiten acercar nuestra profesión al negocio profesional. Este flujo quizás es mucho más desconocido e incómodo de trabajar ya que se aleja de nuestra zona de confort pero a su vez es cada vez más necesario puesto que el mercado nos obliga cada vez a ser mejores y más eficientes.

Lo que está claro es que el proceso de digitalización en la clínica dental, ya sea terapéutico o de gestión, nos debe ayudar en la captación de nuevos tratamientos mediante el desarrollo de una cultura de orientación al cliente, las mejoras de eficiencia resultantes de la automatización de procesos y finalmente, y no por ello menos importante, una mejora en la rentabilidad de nuestras clínicas.

Son varias las encuestas que apuntan que los costes inherentes a la digitalización es uno de los grandes frenos que nos impiden llevar a cabo estos procesos, es por ello, que entender el concepto de rentabilidad nos puede ayudar en nuestro proceso de decisión hacia la digitalización. Para hacer este post más útil y basado en el principio de familiaridad me gustaría detenerme en algunos conceptos prácticos de rentabilidad del flujo digital terapéutico.

Tiempo:  La variable tiempo aparece siempre en la ecuación de rentabilidad del flujo terapéutico pero no siempre tengo la seguridad que analicemos la valor del tiempo en todas sus dimensiones. De este modo podemos analizar el impacto del tiempo de dos formas diferentes

  • Como coste directo con un impacto en el margen bruto del trabajo realizado. Para ello hemos de saber cuál es nuestro coste hora e imputar las correspondientes horas de trabajo que conlleva hacer un tratamiento. Normalmente y en este sentido todo el ahorro del tiempo que nos conlleve la aplicación del flujo digital será un ahorro de costes directos y por lo tanto un impacto positivo en el margen bruto del trabajo
  • Como generador de beneficio adicional, ya que todo el tiempo que ahorramos en la aplicación de la digitalización nos va a generar tiempo disponible adicional que nos va a permitir atender más pacientes y por lo tanto generar beneficios adicionales. Para realizar este cálculo es importante que analicemos cuál es la rentabilidad por hora de nuestro negocio y podremos fácilmente calcular el impacto positivo que podría tener en nuestra cuenta de resultados la implementación del flujo digital.

 

Productividad:  Una segunda variable a analizar sería cuál es el beneficio que genera el tiempo que nosotros invertimos. Es decir, cómo somos más rentables para nuestro negocio. Este parámetro de productividad lo podemos medir en base a una sencilla fórmula

(Precio de venta – costes directos)/tiempo invertido

Mediante esta fórmula nos daremos cuenta que muchas veces focalizarnos en el ahorro de nuestros costes directos tiene mucho menor impacto en el beneficio de nuestro negocio que centrarnos en cómo mejorar nuestra productividad mediante la búsqueda de procesos más eficientes. Y os pongo un ejemplo práctico mediante el cual entenderéis muy fácilmente lo que os intento trasmitir

  Caso 1:

  • Precio de venta tratamiento: 1.000 Euros
  • Costes directos de tratamiento: 500 Euros
  • Tiempo invertido de sillón: 1h
  • Índice de productividad: (1000-500)/1h=500 Euros/hora

 

Caso 2:

  • Precio de venta tratamiento: 1.000 Euros
  • Costes directos de tratamiento: 650 Euros
  • Tiempo invertido de sillón: 30min
  • Índice de productividad: (1000-650)/0,5h=700 Euros/hora

 

Los números hablan por si solos, pese a que el caso 2 incrementa los costes directos en un 30%, la rentabilidad por hora se dispara en un 40%. Mediante esta sencilla fórmula podremos valorar como nuestros tratamiento potencian la rentabilidad por hora de sillón invertido.

Inversión: No voy a entrar aquí con mucho detalle sobre el que comprar o no, simplemente os hago una reflexión rápida sobre cómo saber qué es realmente necesario. Hoy tenemos muchas opciones diversas para implementar flujos digitales en nuestra consulta, mi recomendación para la adquisición de estos activos es que valoréis primero el equilibrio que entre dónde vais a invertir y lo que queréis producir, valoréis si realmente estos activos son estrictamente necesarios para generara valor a vuestros pacientes y finalmente si el tiempo que necesitáis invertir vosotros o los miembros del equipo es realmente productivo

En resumen si hacemos una buena inversión y sabemos bien qué hacemos y porque lo hacemos la rentabilidad vendrá con todo seguridad.

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